Madrid, España. El técnico italiano Carlo Ancelotti, en apenas once días, pasó de la gloria al infierno y experimentar los extremos en los que se instala la exigencia de un banquillo como el del Real Madrid.
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La figura de Ancelotti salió golpeada en un partido sin la trascendencia de puntos por la diferencia existente, donde la inferioridad de su equipo fue tan evidente ante su acérrimo rival el Barcelona. Un batacazo para la historia en un 0-4 que pudo ser mayor si no es por el arquero belga Thibaut Courtois.
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El entrenador italiano que apostó por dar prioridad a LaLiga para conseguir una distancia de puntos que permitan días malos y el que ha clasificado al equipo a los cuartos de final de ‘Champions’, superando a uno de los favoritos en octavos (PSG), tras conquistar la Supercopa de España con imagen de poderío, fue superado por el novel técnico Xavi Hernández en un partido importantísimo para el orgullo madridista con un marcador de escándalo y para terminar en su propia casa.
En contra de Ancelotti jugó un caos táctico que provocó la peor imagen de la temporada del Real Madrid. A los jugadores se les puede achacar falta de actitud y que su mejor jugador Karim Benzema no estuvo por una lesión, pero el italiano sufrió las consecuencias de sus propias decisiones en cuanto falta de piezas claves de su columna vertebral.
Un desbarajuste táctico de Ancelotti ante Barcelona
Sin Ferland Mendy, pagó no disponer de un lateral izquierdo de nivel para la cita, sin fe ya en Marcelo, con Nacho sufriendo en exceso ante Dembélé en el cambio de su posición.
Los pocos minutos jugados de Luka Jovic y Mariano Díaz provoca que cuando se les necesita por la ausencia del goleador francés, no tengan las condiciones adecuadas para apostar por ellos y se opta por otras opciones que dejan intuir improvisación.
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Así fue la posición de Luka Modric ante el Barcelona, alejado del foco donde debía ejercer una influencia en el juego, perdiéndose por la zona que corresponde a un delantero centro puro, desgatándose con esfuerzos sin sentido en una presión estéril.
El intento de arreglar lo mal planteado el partido fue aún peor, Ancelotti volvió locos a sus jugadores con reajustes. Los primeros tras encajar dos goles en la primera parte, mandando a Valverde a una banda, retrasando a Modric. Posteriormente con los cambios del descanso con la entrada de Mariano y dejando defensa de tres. Apenas dos minutos duró su nuevo dibujo. El tiempo que el Barcelona desperdició un mano a mano y marcó el tercero para acabar con un último movimiento, Casemiro de central.
Al termino del encuentro, Carlo Ancelotti declaró “Me he equivocado”, sintiendo todo el dolor del madridismo, pero también pide “tranquilidad” y “equilibrio” a los aficionados.
Con un buen resultado ‘Carletto’ apagará cualquier conato de resurrección de LaLiga. Repetir otra mala actuación, aumentará el nerviosismo sobre su figura tras quedar señalado en el Clásico. Ancelotti tiene dos meses por delante para volver a ganarse el elogio y su continuidad.
